El daño solar en la piel ¿Qué sucede con tus células dérmicas?
FCells Team
1jul. 17, 2024
El sol, fuente vital de energía y vitamina D, también tiene un lado oscuro cuando se trata del daño solar en la piel. La exposición prolongada y sin protección a sus rayos puede tener consecuencias graves, llevando al fotoenvejecimiento, un proceso que acelera el desgaste de las células y estructura de la piel manifiestandose en signos visibles ya veces irreversibles dando un aspecto áspero y senil.
La radiación ultravioleta (UV) del sol es el principal factor del fotoenvejecimiento. Aunque una breve exposición a sus rayos puede brindarnos ese bronceado tan deseado, la realidad es que también provoca destrucción profunda a nivel celular. Estos daños se acumulan con el tiempo y se manifiestan en forma de arrugas prematuras, manchas, pérdida de elasticidad y, en casos más extremos, lesiones pre cancerígenas que pueden evolucionar en melanoma, un tipo de cáncer en la piel.
¿Qué son los fibroblastos y cómo les afectan la radiación UV?
Los fibroblastos son células esenciales en la estructura de nuestra piel. Son los encargados de producir colágeno y elastina, principales proteínas que mantienen la piel firme y elástica, y mediar en funciones inflamatorias e inmunes.
Debido a que los fibroblastos se encuentran en la piel, la exposición a radiación UV tiene un impacto perjudicial en la salud y función de estas células como l: daño directo al ADN y, aunque las células tienen mecanismos para reparar este daño, la exposición repetida y prolongada puede superar la capacidad de reparación, llevando a mutaciones que afectan su funcionamiento normal
Además, la radiación UV estimula la producción de radicales libres, moléculas inestables que dañan la estructura, proteínas y el ADN de las células, entre ellas los fibroblastos. Finalmente, la exposición a los rayos UV activa respuestas inflamatorias y enzimas llamadas metaloproteinasas de matriz extracelular (MMPs) que descomponen el colágeno, lo que lleva a la pérdida de firmeza y elasticidad de la piel y aunque los fibroblastos intentan reparar este daño produciendo más colágeno, la estructura del nuevo colágeno puede no ser tan robusta como la original.
Afortunadamente, la ciencia y la medicina estética han avanzado en tratamientos que pueden reparar y revitalizar la piel dañada por el fotoenvejecimiento. Por ejemplo, al reintroducir fibroblastos activos en las capas profundas de la dermis, no solo se acelera la reparación del daño existente sino que también se protege a la piel contra futuras lesiones microcelulares por parte a la exposición a los rayos UV.
Consejos para proteger las células de tu piel
Usar diariamente protector solar con un FPS de al menos 30, incluso en días nublados. Debe aplicarse en todas las áreas expuestas y reponerse cada dos horas, y más frecuentemente si se nada o se suda.
Limitar el tiempo bajo el sol, especialmente entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando los rayos UV son más intensos.
Usar prendas que cubran tu piel, sombreros de ala ancha y gafas de sol con protección UV.
Beber suficiente agua y utilizar cremas hidratantes que ayuden a mantener la barrera cutánea.
Incorporar a la dieta alimentos antioxidantes con vitamina C, E y otros antioxidantes en tu rutina diaria.
Evitar las camas de bronceado, ya que emiten radiación UV que acelera el fotoenvejecimiento y aumenta el riesgo de cáncer de piel.
Activar tus fibroblastos con técnicas avaladas por profesionales de la salud como el uso de fibroblastos autologos como una solución innovadora y efectiva en la lucha contra el fotoenvejecimiento.
¿Cómo se realiza el tratamiento con fibroblastos para el fotoenvejecimiento y qué beneficios obtendré?
¡Es muy fácil! Se toma una pequeña muestra de piel, generalmente de una zona oculta como detrás de la oreja o el abdomen. La muestra se lleva a un laboratorio especializado donde los fibroblastos se aíslan y se cultivan en un ambiente controlado para promover su multiplicacan. .
Al paso de algunas semanas, los fibroblastos autólogos cultivados se aplican en las áreas de la piel que muestran signos de fotoenvejecimiento, como arrugas, pérdida de firmeza o manchas solares donde tras un corto tiempo los fibroblastos harán uso de sus capacidades biológicas para reparar naturalmente los daños causados por el fotoenvejecimiento, visiblemente notaras cambios en la turgencia de tu piel, firmeza, hidratación y sobre todo equilibrar zonas de pigmentación causadas por el sol.
Y más aún, al ser células del propio paciente, el riesgo de rechazo o reacciones adversas es prácticamente nulo!!.
Consulta con tu médico si tu piel es candidata para revertir el fotoenvejecimiento y protegerla del daño solar con el tratamiento de fibroblastos autólogos.
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